14 abr 2014

Postal de Brasil

"Era muy impresionable y creía en todo lo que existía y en lo que no existía también. Pero no sabía disfrazar la realidad. Para ella la realidad era demasiado como para creer en ella. [...] Acabo de descubrir que para ella [...] también la realidad era muy poco. Se daba mejor con lo irreal cotidiano, vivía en cámara leeeenta, liebre saltaaaaaando en el aaaaire por las looooomas, lo errante era su mundo terrestre, lo errante era lo de adentro de la naturaleza.
Clarice Lispector. La hora de la estrella.

5 abr 2014

Deathless

Deathless, Catherynne M. Valente, 2011. Tor Books.
Koschei el inmortal es al folklore ruso lo que el demonio o las brujas malvadas son para la cultura europea: una figura amenazante, el villano de incontables historias que han pasado de generación en generación a lo largo de los años. 
Una vez que Koschei rapta a Marya de su hogar en San Petersburgo-Petrogrado-Leningrado, Marya Morevna comienza su transformación de niña inteligente de la revolución hacia una mujer digna de casarse con Koschei y, luego, hacía la mujer que lo hará caer. En el medio aparecen elfos soviéticos, desafíos mágicos, secretos y burocracia, y juegos de lujuria y poder. Deathless es un choque de historia mágica e historia actual, de revolución y de mitología, de amor yde  muerte, que revive el mito ruso con una nueva e impactante encarnación.

Deathless es una novela muy reciente de Valente que, justamente, lo que hace es reinventar el cuento de hadas de Koschei, el inmortal -o "el que no muere" o "no tiene muerte", deathless es una palabra de traducción compleja e interesante-. El cuento original está narrado desde el punto de vista de Ivan, un hombre que se casa con Marya, una princesa guerrera, que luego es raptada por Koschei. Ivan entonces sale en busca de su esposa y termina sumergiéndose en un mundo maravilloso, que le impone pruebas para recuperar a su esposa y derrotar a Koschei.

La novela de Valente toma otro camino: es la historia de Marya Morevna, en primer lugar, y, luego, de Koschei, la magia, Rusia y la guerra.

Valente parte de Marya y narra cómo es su primer encuentro con la magia -la curiosidad, la sed de ver el mundo de otra forma, el hastío de la realidad- y cómo eso la lleva a imaginar, esperar y vaticinar un encuentro inevitable con Koschei. 

Una vez que Marya parte, el mundo cambia: ella se traslada al País de la Vida (y ocurren allí una suerte de ritos de iniciación y pasaje de la niñez a la adultez muy intensos) y la novela se llena de personajes míticos rusos: Baba Yaga, Viy, elfos, pájaros de fuego, tsares y tsarinas, etc.

La historia es sumamente interesante y podría pasarme toda una noche analizándola y desarmándola en detalles y datos de color, así que voy a proseguir a detallar porqué esta historia funciona y porqué no lo hace.

En primer lugar, Catherynne Valente escribe como si las musas griegas estuvieran susurrándole las palabras indicadas al oído constantemente. Su escritura es etérea y sólida, evoca imágenes, sonidos, aromas, sabores, y dibuja sangre y cadáveres. Valente se vale de repeticiones y grandes metáforas para dibujar una Rusia en colapso y un País de la Vida que no es tan hermoso como se anuncia. La novela está llena de párrafos dignos de ser citados y transcritos en pósters para colgar en todas partes. Creo que desde La Ladrona de Libros que no me encontraba con una prosa tan bonita y pulida.

Otro gran logro de Deathless es la vinculación que hace entre la historia de Marya, la guerra entre los Países de la Vida y de la Muerte y la historia rusa. Las situaciones y conflictos que va viviendo Marya encuentran un eco en la realidad rusa que a lo largo de la novela colapsa y se torna en una imagen espectral y gris del propio decaimiento de Marya. Los límites entre el mundo real y el fantástico se borronean de forma tan precisa y sutil que resulta imposible pensar en una Rusia independiente del País de la Vida y de la Muerte. Catherynne sabe rearmar la historia rusa y traer una nueva faceta del folklore ruso.

Marya Morevna es otro hallazgo. Deathless es una novela sobre su vida, su desarrollo, su caída, su alzamiento. Es la historia de esta niña-mujer-reina-guerrera que sufre, elige mal, se equivoca, se desgarra el corazón, se enamora, se vuelve a enamorar, es egoísta, es despreciable, es compasiva, es débil, es fuerte. Marya es un personaje complicadísimo, y llegan momentos de la novela donde, incluso, resulta insoportable el exceso o la ausencia de motivos que impulsan a Marya a actuar de una forma u otra.

Pero, así y todo, Deathless se pierde en su propia historia. La escritura de Valente y los personajes se pierden en una oscilación eterna entre escenarios y momentos que hace que la atención decaiga. Asumo que, como el material original es un cuento de hadas que, como todos los cuentos de hadas, no posee una trama demasiado compleja o elaborada, Valente se vio obligada a rellenar los espacios en blanco y, en el medio, la trama central perdió forma. Creo que, con un par de páginas menos y un desarrollo más conciso de los eventos de la novela, Deathless podría haber sido una historia de cinco estrellas.



Extra: Internet es fan de los cuentos de hadas y Deathless ha recibido una atención impactante. Esto dio lugar a muchísima creatividad: Existen cientos de mixes en 8tracks que vuelven a relatar la historia pero a través de la música (acá recomiendo un par, pero si escriben "deathless" en la búsqueda, van a aparecer más: "death hath no dominion", "deathless", "volchitsa"), y grandes obras de arte de los fans: "her hair", "marya morevna".



2 abr 2014

Algunas notas sobre Correr o morir

Como no sé cómo armar una reseña completa y coherente sobre la trilogía (más precuela) de James Dashner, decidí hacer un post comprensivo con todo lo que se me fue ocurriendo mientras leía los cuatro libros. Si lo miran con cuidado, se va a transformar en una especie de reseña. Espero.

La historia, desde las primeras páginas donde nos encontramos con un Thomas que apenas recuerda su nombre hasta el último viaje del tercer libro, es un agujero negro: te atrapa y no te suelta hasta que te robó las últimas horas de la madrugada. Especialmente en el libro uno. La incertidumbre y la confusión son tales y le funcionan tan bien a Dashner que la necesidad de leer una página más para alcanzar alguna respuesta es intolerable. La fórmula de historia atrapante funciona de mil maravillas.

Sin embargo la escritura mató a la trilogía. 

A veces podía prestarle menos atención porque estaba en medio de un capítulo de revelaciones o escenas de acción que dejaban sin aliento. Otras veces -la mayoría de las veces- me resultaba insoportable.

Los libros están llenos de frases fosilizadas y usadas a lo largo de la historia de la escritura hasta el hartazgo. Son frases y expresiones que perdieron encanto y que ahora sólo sirven para enseñar qué cosas no escribir cuando uno elige escribir dentro de este género. "Se le heló la sangre", "se preguntó quién era ese chico, pero sacudió la cabeza y decidió dejar las preguntas para después", "preguntó qué estaba pasando pero nadie le respondió", etc, etc.

Estas frases me llevan a una segunda objeción: el autor no se esfuerza por mostrar sino que, constantemente, nos dice qué está pasando. ¿Qué quiere decir esto? Como muy bien dijo una vez Chéjov: "Don't tell me the moon is shining; show me the glint of light on broken glass." ("No me digas que la luna está brillando; mostrame el brillo de la luz sobre un vidrio roto"). Esa es la tarea del escritor y eso es, precisamente, lo que Dashner no supo hacer.

Esto resultó particularmente doloroso en las escenas donde los personajes estaban atravesando momentos de tristeza, ira o felicidad (aunque de estos últimos no hay muchos) y Dashner sólo lo decía: "Thomas estaba triste", "Minho estaba enojado". En ningún momento encontré preocupación por salir de lo conocido y aventurarse en las profundidades psicológicas de los personajes. Los personajes eran, simplemente, paletas donde se podían leer con facilidad los colores de las emociones que estaban experimentando en ese momento, nada más.

Los personajes son bastante llanos, y representan ideas más que personas: Minho es el que se enoja, Chuck es el bueno, Newt es el líder diplomático, Gally (¡Gally, pobre Gally!) es el "malo", Teresa es la chica (y no podemos decir mucho más sobre ella, y eso que aparece en los tres libros), el cocinero es el simpático...

Tres libros, una historia llena de misterio y con grandes posibilidades pero con una escritura sumamente débil y unos personajes sacrificados en aras de cumplir con la fórmula ideal de un "buen" libro juvenil. Tantos puntos en contra terminan hundiendo la trama y, finalmente, el tercer libro se transforma en una catástrofe con un final muy cuestionable.


(Y en una nota totalmente personal tengo que agregar que otra cosa que me molestó mucho fue el uso de palabras inventadas para solucionar el problema de los insultos en un libro que es para jóvenes. Algún día hablaré más y mejor sobre esto).


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